A estas alturas seguro que ya has oído hablar de Edmodo. Pero, ¿conoces Google Classroom? Hoy te vamos a presentar esta red social competidora de Edmodo que viene pisando fuerte en el mundo de la enseñanza.
Google Classroom nació en 2014 como una aplicación vinculada a G Suite for Education, una solución completa de Google para instituciones educativas que aprovecha la potencia de las herramientas colaborativas de Google para llevar la enseñanza más allá del aula de clase. Google Classroom permite la colaboración y la comunicación permanente entre profesores, padres y alumnos, así como el intercambio de documentos y la colaboración online.
Las instituciones educativas que lo desean pueden acogerse a G Suite for Education para desarrollar este modelo de enseñanza, próximo al b-learning (del inglés blended learning o enseñanza mixta, híbrida o semipresencial). Con Gsuite for Education, cada miembro de la comunidad educativa tiene una cuenta de Google con el nombre de la institución educativa correspondiente. Por ejemplo: afernandez@eoimurcia.es Esa cuenta lleva asociada una cuenta de correo de Gmail y todas las herramientas colaborativas de Google, como el Drive, el Calendar o la propia Google Classroom.
El problema hasta hace poco tiempo era que sólo se podía utilizar Google Classroom si se pertenecía a un centro adscrito a G Suite for Education. Pero desde marzo de 2017 Google permite a cualquier usuario normal con una cuenta personal (como la que tenemos todos los mortales) trabajar con la aplicación Google Classroom al margen de G Suite for Education.
Pero, ¿en qué consiste Google Classroom? Se trata de una especie de Facebook pero exclusivamente con fines educativos, en la que un profesor se abre una cuenta e invita a sus alumnos a colaborar en un grupo cerrado que no es accesible a nadie que no cuente con el permiso correspondiente.
En Google Classroom cualquier alumno o profesor puede hacer un comentario y dejar materiales adjuntos (tanto recursos propios subidos desde su ordenador como enlaces a recuros externos). Cada aula de Google Classroom tiene asociada una carpeta de Google Drive, que sirve como repositorio de materiales de la clase.
La gran ventaja de Classroom frente a plataformas educativas como Moodle es que, a pesar de ser mucho más limitada, es infinitamente más sencilla, intuitiva y fácil de utilizar por cualquiera, incluso sin experiencia en nuevas tecnologías. Además, Google Classroom es móvil: tiene una app gratuita que se puede descargar en el teléfono móvil y que pone el acento en la comunicación. Es cierto que Moodle y otras plataformas similares tienen la opción de hacer un foro de discusión, pero este no necesariamente está en primera línea y es más engorroso, en nuestra opinión.
Google Classroom se parece en su concepción a Edmodo, que ya está mucho más asentada como herramienta educativa. La diferencia es que Edmodo tiene muchas más funciones que Classroom y es ideal si se busca una herramienta más avanzada y con posibilidades más sofisticadas.
¿Cuál es entonces la ventaja de Classroom frente a Edmodo? Aunque pueda parecer de perogrullo, menos funciones también significa menos complejidad. Y al fin y al cabo, Classroom hace lo esencial. Y tampoco nos parece ninguna tontería el hecho de que Classroom sea estéticamente mucho más atractivo que Edmodo: admite la posibilidad de poner una fotografía de fondo a cada aula y resulta mucho más agradable desde el punto de vista visual.
Hay quien ha criticado Google Classroom y la propia G Suite for Education justamente por ser herramientas de Google, que como todos sabemos, ostenta una posición hegemónica en el mercado y que vive de comerciar con los datos que recolecta de sus usuarios –en este caso, niños– a lo que ellos han contestado argumentando que respetan escrupulosamente la ley.
Polémicas aparte, lo cierto es que Google Classroom es una herramienta de lo más interesante para tener en cuenta a la hora de trabajar en clase. Y al fin y al cabo, cualquier herramienta colaborativa de estas características es susceptible de ser utilizada para recabar datos de sus usuarios. Y, desde el momento en el que todos tenemos y usamos una cuenta de Gmail, ¿cuál es la razón para no disfrutar de las ventajas de una herramienta tan potente como Google Classroom?
Desde Kiwaku os invitamos a que, al menos, la probéis para conocerla, porque merece la pena, con independencia de que la utilicéis o no. Dada su reciente popularización, los tribunales de oposición probablemente todavía no la conocen y eso puede dar mucho juego a la hora de hacer una propuesta en vuestra programación anual.
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