Uno de los grandes errores que a veces cometéis los opositores educativos es enfocar vuestra preparación hacia alguna de las partes del proceso dejando desatendidas las demás. Por ejemplo, es típico el caso del opositor que se obceca con los prácticos y que se dedica a hacer decenas y decenas de ellos, pero que luego se presenta con apenas un 10% de los temas aprendidos. O el de quien se pone a estudiar temas como un loco y deja la programación para el final de todo, y luego la hace tarde, mal y arrastro.
Si quieres tener éxito en los procesos selectivos tienes que partir de una planificación que comprenda todas las partes de las pruebas desde el minuto cero, de forma que vayas avanzando progresivamente en todas y cada una de ellas. No debería haber ni una sola semana en la que no trabajases al menos un poco los prácticos, los temas y la programación didáctica (PD). Y una vez que la PD esté avanzada, también deberías hacer simulacros de defensa de vez en cuando.
Lo ideal es que te hagas un calendario en función de tu disponibilidad. Muy pocos opositores dedican los primeros días de preparación a organizarse; mucha gente piensa que esto es una pérdida de tiempo y que lo mejor es ponerse a estudiar cuanto antes. Y desgraciadamente, no es verdad, porque una buena planificación es la mitad de tu futuro éxito.
A continuación, te sugerimos los puntos que deberías trabajar en la preparación de tus oposiciones educativas:
1) PUNTOS BÁSICOS:
- Resolución de supuestos prácticos de tu especialidad.
- Estudio del temario.
- Diseño de la programación y de las unidades didácticas.
- Defensa de la programación y de las unidades didácticas.
2) PUNTOS COMPLEMENTARIOS:
- Mejora de tu competencia comunicativa (oral y escrita) de cara a las pruebas orales, sobre todo si eres de lengua extranjera y tienes dificultades con ella.
- Mejora de tu competencia pedagógica (profundizar en tus conocimientos sobre el funcionamiento de un centro, sobre normativa educativa, etc.)
- Realización de cursos para mejorar el baremo en la fase de concurso.
- (Otros que consideres necesarios).
A primera vista parece irrealizable y desde luego, lo más cómodo es lanzarse a prepararse sin ton ni son. Pero merece la pena dedicar unos días en septiembre a organizarse y decidir qué vamos a hacer y en qué momento.
Un calendario ideal debería incluir regularmente todos y cada uno de los puntos básicos y, de ser necesario, alguno(s) de los complementarios. Por ejemplo: si puedes dedicarle a la oposición cuatro horas al día, puedes plantearte una distribución diaria como esta:
ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DIARIA DE TRABAJO DE 4 HORAS:
1,5 horas – PRÁCTICOS.
1,5 horas – TEMARIO.
1 hora – PROGRAMACIÓN.
Si te distrae o te agobia hacer varias cosas en una sola sesión, plantéate hacer más bien una planificación semanal como esta que te proponemos:
LUNES. 4 horas. PRÁCTICOS.
MARTES. 4 horas. TEMARIO.
MIÉRCOLES. 4 horas. PROGRAMACIÓN Y UUDD + DEFENSA.
JUEVES. 4 horas. PRÁCTICOS.
VIERNES. 4 horas. TEMARIO.
SÁBADO. 4 horas. REPASO DEL TEMA O TEMAS DE LA SEMANA.
DOMINGO. 4 horas. PUNTO(S) COMPLEMENTARIO(S).
Una vez tengas decidida la estructura (diaria o semanal) de tus sesiones de trabajo, el paso siguiente es decidir qué contenidos vas a trabajar en cada una de ellas y fijarlos en el calendario. Para esto, puedes hacerte con un planning semanal en el blog de Creative Mindly (puedes descargar e imprimir gratuitamente el planning que más te guste), o también, usar un calendario de Google, que es muy flexible y lo puedes ver y editar desde el móvil.
Por ejemplo, supongamos que vas a trabajar el temario dos veces por semana (como hemos puesto en nuestro planning semanal). Puedes decidir, para cada sesión, qué tema o temas tienes previsto estudiar o repasar, qué práctico tienes previsto trabajar o qué punto de la programación vas a desarrollar.
No hace falta ser cuadriculado en el cumplimiento del calendario. Si un día no puedes hacer algo, ya lo recolocarás. Lo importante es tener una referencia que te permita organizarte y evaluar tus progresos. Y sobre todo, tener una planificación que te obligue a trabajar un poco de todo de manera constante y progresiva. Recuerda: la planificación es la base del opositor exitoso.
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