Si decides prepararte las oposiciones educativas utilizando un temario no hecho por ti (o sea, de una academia o de otro opositor), tendrás que tener cuidado con el “efecto temario quemado”. Decimos que un temario está quemado cuando se ha utilizado tanto que los tribunales son capaces de reconocerlo, bien porque otros candidatos ya lo han presentado o porque ellos mismos ya lo conocieron cuando opositaron.
¿Cómo solucionar este problema? No hace falta que te pongas a redactar tu propio temario. Aunque es verdad que sería lo ideal, puedes superar perfectamente los procesos selectivos si eres capaz de tomar un buen temario como punto de partida para “tunearlo” y hacerlo un poco tuyo.
Esta personalización no sólo hará que tu tema se destaque del de los demás. Además, la reelaboración te ayuda a interiorizarlo, a hacerlo tuyo, a memorizarlo más rápida y fácilmente y a defenderlo creyendo en él y no repitiendo como un loro un texto que a lo mejor ni siquiera entiendes del todo.
¿Cómo abordar la personalización de un tema elaborado por un tercero de manera adecuada? Existen varias estrategias que puedes utilizar, individualmente o combinando varias de ellas:
- Reelabora parcialmente el tema añadiendo o suprimiendo información. Busca información sobre algún punto que te parezca interesante desarrollar un poco más o sintetiza alguna parte que te parezca farragosa o excesivamente desarrollada.
- Explica, si es posible, qué relación tiene el tema con el resto del temario. Esta estrategia produce en el tribunal la sensación de que el opositor domina el temario, dado que tiene una visión de conjunto.
- Da escuetamente una opinión o una visión personal sobre algún aspecto del tema, siempre con la condición de que esta no sea polémica y se justifique en base a argumentos científicos o académicos.
- Añade una bibliografía personal comentada. No debe ser una sección muy extensa: se trataría de escoger tres o cuatro obras cruciales en relación al tema tratado y comentar brevemente lo que cada una ha aportado al campo de estudio correspondiente.
- Termina el tema con algo (positivamente) memorable, como una cita relacionada con el mismo, una reflexión final personal o una proyección de futuro.
- En general, es positiva cualquier aportación que puedas hacer de tu cosecha propia siempre que esta no vaya en detrimento de la calidad de su contenido y le aporte algo de valor con corrección y precisión.
Si se te ocurre alguna técnica que no hemos considerado en este artículo y deseas compartirla con nosotros, no dudes en dejarnos un comentario. Y si quieres estar informado/a sobre este y otros muchos temas de interés para opositores educativos, no dejes de seguirnos en Facebook, Twitter y Youtube.
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