Dónde estudiar

por | Oct 16, 2017 | 0 Comentarios

Ya está. Te acabas de comprar el temario y te has conseguido de estrangis unos prácticos corregidos para empezar a prepararte las oposiciones. Tienes la cabeza llena de ideas: que si hacer un calendario de estudio, que si comprarte una libreta, que si recuperar aquellos rotuladores de colores que tu prima te regaló por tu cumple… Pero espera, espera… ¿y ya has pensado en dónde vas a estudiar?

La decisión no es fácil y hay que reconocer que, al mismo tiempo, se trata de algo trascendental. El lugar elegido para pasar cientos de horas recluido a lo largo de los próximos meses puede determinar en gran medida el éxito o el fracaso de tu empresa. Revisemos los pros y los contras de cada posibilidad para que puedas tomar una decisión razonable. Empecemos por el principio… ¿qué condiciones tiene que reunir tu lugar de estudio?

1. Comodidad

Tu rinconcito de estudio te tiene que resultar, ante todo, cómodo y atractivo desde todos los puntos de vista. Las piernas nunca te llevarían a estudiar durante horas en un lugar que te tira para atrás, ¿no? Una mesa amplia y despejada de trastos es indispensable para no distraerse. En ella sólo deberían estar los bártulos de estudio. Olvídate de la foto de tu pareja o de tu cantante favorito. Mejor dale unas vacaciones en la mesilla de noche o en un cajón.

2. Silencio

Si quieres concentrarte, es imposible estar estudiando con ruido. Hay quien se concentra mejor con algo de música de fondo, pero tus sobrinos correteando por la cocina, la pala excavadora de la obra de enfrente o Will Smith en El Hormiguero a todo trapo en la tele del salón no son compañeros nada recomendables si lo que pretendes es sacar provecho a tus horas de estudio.

3. Iluminación

Si te vas a pasar horas y horas estudiando, el sitio elegido tiene que tener sí o sí una excelente iluminación. Lo ideal es que uses la luz natural, pero si no puede ser, al menos asegúrate de tener una buena lámpara con una luz adecuada. Que hacerte funcionario no te cueste la vista

4. Ventilación

Y lo mismo se aplica a la ventilación. Huye de los sitios cerrados y atestados de gente. Si puedes, procura tener a mano una ventana que puedas abrir o cerrar a tu gusto en cada momento. Escapa de los lugares públicos con aire acondicionado. Si vas a estudiar con él porque el calor es sofocante, mejor en tu casa, en donde lo puedas regular a tu gusto

5. Distracciones

Es de perogrullo, pero la concentración no se lleva bien con las ventanas emergentes, los mensajes de Facebook ni los avisos de actualización. Si puedes, estudia en un lugar en donde sea obligatorio silenciar los móviles. Y si estás en tu casa, desconecta la wifi. Ah, ¿que necesitas Internet para consultar cosas? Vale, pero entonces cierra todas las sesiones en redes sociales… Y si tienes mucho mono, haz pausas de unos minutos cada hora para saciar tu sed de información.

En general, todo el mundo se inclina por estudiar en su habitación o en la biblioteca. La decisión es muy personal y funcionará mejor en la medida en que reúna las condiciones anteriores.

Decidas lo que decidas, recuerda que es importante que planifiques las pausas. Una pausa de unos minutos cada hora u hora y media es ideal para estirar las piernas, descansar la vista mirando a lo lejos, airearse y pensar en otra cosa. Las pausas demasiado frecuentes son sinónimo de falta de concentración. Y pocas pausas o muy cortas son síntoma de que se te ha ido la olla. Si es preciso, usa la alarma del móvil para marcar los tiempos.

¿La duración ideal de las sesiones de estudio? Depende mucho de tus circunstancias personales, de tu especialidad y de tu forma de estudiar. Hay quien se siente cómodo con una sesión de entre tres y cuatro horas, a partir de las cuales ya no rinde más. También hay quien prefiere sesiones más cortas y frecuentes, o más largas y espaciadas en el tiempo. Sea cual sea tu perfil, lo más importante es la regularidad y la constancia. Ni se te ocurra estudiar a base de atracones inconstantes, porque lo vas a pagar caro. Las opos son como el gimnasio: más vale poco y regular que entrar a matar y dejarlo el mes que viene porque te has quemado.

Una vez que hayas encontrado tu lugar y tu momento del día para estudiar, procura ceñirte a ellos todo lo más que puedas. Estudiar en el mismo lugar y a las mismas horas es siempre una buena decisión. Y si el dentista te da cita para la hora de estudio, cambia la cita. Si empiezas a usar las horas de estudio para otras cosas, acabarás a trompicones. Tómate tu jornada de estudio como si fuera una jornada laboral en una empresa: salvo baja por enfermedad o circunstancia excepcional, tienes la obligación de estar al pie del cañón.

Que sí, que sí… ya sé que ya lo sabes. Pero perdóname que insista. Es muy importante tener una postura correcta: espalda erguida y en contacto con el respaldo. Los pies apoyados en el suelo y las piernas en ángulo recto. Si te es más cómodo, puedes usar un reposapiés. Y si puedes, cambia de postura regularmente para no sobrecargar siempre los mismos músculos.

¡Y no te olvides de los apuntes! Mucho ánimo y a por todas.

Publicado por Kiwaku

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