La superación de los procesos selectivos de educación implica la adquisición de toda una serie de competencias en las que el opositor tendrá que trabajar y que están compuestas por los correspondientes contenidos, habilidades y actitudes. Cualquier método de preparación de oposiciones que se precie debería tener en cuenta todas y cada una de estas seis competencias para garantizar el éxito del opositor frente a los procesos selectivos.

En el caso de que te estés preparando por tu cuenta al margen de preparadores y academias, tendrás que diseñar un calendario muy cuidadosamente estructurado pensando cómo las piensas trabajar. Lo más recomendable es trabajarlas a partir de las lagunas y los defectos que puedas tener en cada una de ellas. Por ejemplo, si tienes problemas al hablar en público, puedes diseñar y planificar estrategias que durante tu preparación te permitan desarrollar tu competencia comunicativa oral.

A continuación, vamos a desgranar, una por una, las seis competencias tal y como las hemos concebido. Son las siguientes:

• Competencia técnica

Se refiere a la adquisición de los contenidos, las habilidades y las actitudes propias y características de la especialidad a la que se presenta el opositor. Por ejemplo, un candidato que se presente a Matemáticas tendrá que tener un conocimiento profundo de los contenidos relacionados con la especialidad. Además, tendrá que ser capaz de solucionar los problemas que se le planteen durante las pruebas, que pueden llegar a ser de gran complejidad.

• Competencia pedagógica

Es una competencia que los maestros y profesores deben adquirir como parte fundamental de la profesión. Esta incluye el dominio de la legislación educativa, el conocimiento de las teorías pedagógicas más importantes, etc. Además, tendrá que tener una serie de habilidades, que incluyen la capacidad de motivar a sus alumnos, de organizar y liderar un grupo, etc.

• Competencia estratégica

En oposiciones, la estrategia lo es todo. Ser capaz de gestionar tus recursos para superar los procesos selectivos es algo fundamental. Por eso, deberás conocer muy en detalle las normas establecidas por la convocatoria, cuáles son las partes del proceso, el funcionamiento de los tribunales, plazos, documentación que hay que entregar, etc. Además, tendrás que tener la habilidad de buscar información sobre oposiciones para estar actualizado, organizar tu tiempo y tus recursos, etc.

• Competencia comunicativa oral

Se trata de una competencia absolutamente fundamental. Un opositor tiene que dominar en profundidad la lengua en la que van a tener lugar los procesos (que sea esta su lengua materna, una lengua segunda o una lengua extranjera). Tiene que conocer y dominar técnicas de exposición y organización del discurso, utilizando los mecanismos de cohesión y referencialidad de manera que sus ideas se presenten de forma estructurada y secuenciada. Debe también ser capaz de dominar la síntesis y el uso de esquemas y guiones al servicio de su presentación oral, sin olvidar la imprescindible habilidad de reparación de errores y de improvisación frente a una situación inesperada, como una pregunta del tribunal.

• Competencia comunicativa escrita

De la misma manera, el candidato debe adquirir también la competencia escrita, dado que una parte importante de las pruebas exige la redacción de textos elaborados y complejos desde el punto de vista técnico y lingüístico. La competencia comunicativa escrita implica el conocimiento profundo de las normas de morfosintaxis, de ortografía y de redacción de la lengua que vayamos a manejar.

• Competencia digital

Se trata de una competencia que ha ido ganando importancia con el paso de los años. Con la implantación masiva de ordenadores en las aulas, libros digitales, colaboración entre docentes en la nube, el auge de la Internet móvil y las comunicaciones docente-centro-Administración a través de aplicaciones online, ya no hay posibilidad alguna de que un docente pueda desempeñar sus funciones sin tener una competencia digital sólida.

Entre tus habilidades tiene que estar la de manejar con soltura un sistema operativo (generalmente, Windows o Linux), manejar un ordenador y solucionar pequeños problemas técnicos, trabajar en redes sociales educativas, buscar información en la web, etc. Y entre los valores, el futuro docente tendrá que apreciar la importancia de las TIC en la educación, valorar el papel que las redes juegan en el mundo de los niños y los adolescentes, etc.

El error clásico del opositor principiante es centrarse en demasía en la competencia técnica y, tal vez, en la pedagógica, e ignorar todas las demás. Se trata de un error que te puede llevar al desastre, porque por muy bien que domines los contenidos de tu especialidad, por mucho que sepas hacer una programación o razonar una intervención educativa, fracasarás si no sabes expresarte bien, si escribes con faltas de ortografía, si no respetas las normas establecidas por el tribunal o si tienes un dominio deficiente de las TIC aplicadas a la educación, por ejemplo.

Por eso, desde aquí te animamos a que desde ya te hagas un calendario de trabajo que incluya estos aspectos. Si tienes faltas de ortografía, tendrás que tenerlo en cuenta en tu preparación. Si tienes mala caligrafía, si tartamudeas al hablar en público, si no te manejas demasiado con las apps educativas, con el Moodle o con la nube o si no conoces muy bien cómo funcionan las pruebas, tienes todo el interés en tomarte este consejo muy en serio y poner los medios para poner rumbo al éxito. ¡Mucho ánimo!