Desde la convocatoria de oposiciones de Educación Secundaria del año 2006 hasta la de 2016, el ejercicio práctico de la Comunidad Autónoma de Canarias sufrió varias transformaciones profundas. A día de hoy es un práctico muy distinto del que se hace en otras Comunidades, con un enfoque más bien didáctico. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Hasta el año 2006 el práctico canario estaba basado en preguntas tipo test con respuestas múltiples y en preguntas cortas para ser contestadas en un máximo de 8 líneas (tal como recoge la Orden de 3 de abril de 2006, por la que se convocan y publican procedimientos selectivos). Luego, en las convocatorias de 2008 y de 2010, el práctico se suprimió en casi todas las especialidades, dado que entró en vigor en el archipiélago –como en el resto de España– la disposición transitoria decimoséptima de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.

Esta disposición establecía unas condiciones especiales con el objeto de reducir el porcentaje de profesores interinos en los centros educativos, ya que la tasa de interinidad se había disparado. En la práctica, esto supuso:

1) La concesión de un mayor peso a la experiencia docente.
2) La sustitución de la defensa de la unidad didáctica por un informe.
3) La supresión del ejercicio práctico en casi todas las especialidades.

El práctico continuó siendo obligatorio durante esos años exclusivamente en aquellas especialidades en las que, por sus particulares características, se entendía que era imprescindible: Música, Informática, Procesos sanitarios, Organización y procesos de mantenimiento de vehículos y Procesos de producción agraria. En los procesos selectivos del Cuerpo de Profesores de EOI también se mantuvo (de acuerdo con la convocatoria de 2010, para las especialidades de alemán, francés e inglés).

Cuando por fin, en 2016, se volvieron a convocar oposiciones de Educación Secundaria en Canarias y se reestableció el práctico como norma para todas las especialidades, este adoptó una nueva estructura que lo aparta significativamente del tipo de ejercicio clásico que sigue vigente en el resto de España. La Orden de 10 de mayo de 2016 establece que “la prueba consistirá en la realización de un ejercicio práctico que permita al aspirante demostrar la formación científica y el dominio de las habilidades técnicas correspondientes a la especialidad”.

El opositor podrá escoger un supuesto práctico contextualizado entre tres planteados por el tribunal. Estos supuestos irán referidos a una materia de la especialidad por la que se participa, y no se podrá realizar sobre una materia de libre configuración autonómica o materia optativa, ni sobre programas relacionados con medidas de atención a la diversidad.

El opositor tendrá que diseñar una intervención didáctica razonada y fundamentada en base a los aspectos metodológicos y organizativos que sea pertinente aplicar en cada caso, debiendo estar basados en estrategias y procesos competenciales e inclusivos.

Para cada especialidad el tribunal o, de ser el caso, la Comisión de Coordinación o de selección, establecerá la forma concreta que tiene que adoptar el práctico, de acuerdo con el anexo III de la convocatoria “Orientaciones para la elaboración y evaluación del ejercicio de carácter práctico”.

De acuerdo con la convocatoria, el tribunal tiene que valorar los aspectos siguientes:

1. El conocimiento de la legislación vigente en materia de educación relacionada con la especialidad correspondiente.
2. La inclusión de un enfoque favorecedor del desarrollo y la adquisición de las competencias.
3. La intervención didáctica utilizada, las estrategias metodológicas y organizativas, así como las estrategias y los procesos de enseñanza y aprendizaje en un contexto escolar inclusivo.

En este sentido, se tendrá en cuenta la idoneidad de la metodología elegida en función del contexto propuesto en el ejercicio, incluyendo la forma de organizar el trabajo, el uso de materiales adecuados, la implementación de TICs y la consideración de elementos transversales, valorándose además la innovación.

4. La atención a la diversidad desde un enfoque inclusivo.
5. La competencia comunicativa del aspirante.

En el sitio web de la editorial Educàlia podéis ojear cómo es el práctico de Canarias para la especialidad de Lengua y Literatura. Obviamente, el entrenamiento que se requiere para preparar este tipo de examen es muy distinto del requerido si os vais a presentar en otra Comunidad Autónoma.

El conocido profesor y preparador Rafael Montes, especialista de Geografía e Historia, también publica en su sitio web un extenso e interesante comentario sobre la convocatoria canaria de 2016, incidiendo en los aspectos más importantes.

Al igual que el País Vasco, la Comunidad Autónoma de Canarias está haciendo una prueba piloto que servirá como base para diseñar el futuro MIR educativo. Todavía no está muy claro cómo se va a poner en práctica, pero todo apunta a que sustituirá el actual ejercicio práctico y que consistirá en una serie de preguntas tipo test, en lugar del modelo de examen actual, que es más bien de desarrollo. Su superación dará acceso al candidato a dos años de prácticas, que culminarán con su habilitación.

Sólo entonces el opositor podrá presentarse a las oposiciones, que equivaldrán a la actual parte didáctica de los procesos selectivos: diseño y defensa de programación y de unidades didácticas (noticia de Canarias 7).