Si estás ultimando tu programación anual didáctica y quieres darle un toque personal a tu tratamiento de las TICs, te convendrá saber que no todas las TICs son iguales. Podemos hablar de tres tipos de tecnologías de la Información y de la Comunicación:
Las tecnologías transmisivas. Son cronológicamente las más antiguas y también, las más sencillas. Engloban todas las herramientas que funcionan unidireccionalmente, del profesor al alumno. Se caracterizan porque el alumno es un sujeto pasivo que consume la información transmitida sin poder interactuar ni colaborar. Por eso, se dice que las tecnologías transmisivas se corresponden muy bien con la clase magistral de toda la vida.
Son buenos ejemplos de tecnología transmisiva un artículo de blog, un vídeo de Youtube, un PDF colgado en la nube, etc. En todos los casos se trata de información almacenada en Internet (ya sea esta escrita o audiovisual) que el alumno tiene que trabajar para completar el proceso de aprendizaje.
Las tecnologías interactivas van un paso más allá. Son cronológicamente posteriores: pertenecen ya a la llamada web 2.0, que se caracteriza, precisamente, por las posibilidades de interacción de los usuarios. Desde el punto de vista pedagógico también son más sofisticadas en la medida en que requieren que el alumno usuario tome las riendas y asuma el protagonismo. Por eso, las tecnologías interactivas van más en línea con las pedagogías contemporáneas.
Algunos ejemplos de tecnologías interactivas son: los ejercicios creados con herramientas de autor del estilo de Hot Potatoes o Edilim o vídeos interactivos creados con Flash, que permiten al alumno contestar preguntas y obtener un feedback, por ejemplo, con una pista si no sabe qué contestar, o incluso con la solución al ejercicio.
Finalmente, las tecnologías colaborativas representan el escalafón más avanzado porque permiten que varios alumnos trabajen remotamente de manera colaborativa, lo que encaja muy bien con las estrategias pedagógicas más actuales. Además, estas tecnologías van generalmente asociadas a la popularización de la telefonía móvil, lo que amplía todavía más su potencial.
Kahoot es un buen ejemplo de gamificación en el aula utilizando una tecnología colaborativa desde el teléfono móvil. La escritura colaborativa a través de la edición de documentos en la nube, con herramientas como Google Drive o Onedrive de Microsoft son también excelente ejemplos, así como la edición colaborativa de wikis o de entradas de blogs.
Ten en cuenta que ninguna de las tres tecnologías excluye el uso de las otras dos. Cada caso exige una modalidad tecnológica y una herramienta en particular y con frecuencia tendrás que combinar las tres para lograr los objetivos que te hayas propuesto en tu programación anual didáctica para tus alumnos.
Finalmente, ten en cuenta que, si vas a hablar de las TICs en tu programación anual, sería muy conveniente que te planteases empezar a hablar más bien de las TAC (tecnologías del aprendizaje y del conocimiento), que es un término más apropiado y que está ganando adeptos en el mundo de la enseñanza para reemplazar el término TIC, más genérico y menos enfocado al mundo educativo.
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