En la convocatoria de las oposiciones docentes 2018, Cataluña se ha unido a la tendencia iniciada por otras CCAA consistente en incluir en el práctico cuestiones didácticas. Ya habíamos comentado en un post anterior dedicado a Canarias cómo en esta Comunidad se había implantado un ejercicio de estas características, en los que se valoraba el conocimiento de la legislación y el diseño de una intervención didáctica conforme a ella.

Ahora Cataluña inicia el mismo camino que Canarias y otras. La convocatoria catalana de 2017 especificaba que la primera prueba “tiene por objeto la demostración de los conocimientos específicos de la especialidad a la que se opta y consta de dos partes que son valoradas de manera conjunta”. Para la parte A de dicha prueba se establecía que “en todas las especialidades se tiene que realizar una prueba práctica que permita comprobar que los aspirantes tienen la formación científica y el dominio de las habilidades instrumentales o técnicas correspondientes a la especialidad a la que se opta”.

En la convocatoria de 2018, como novedad, se añade que, además de la formación científica y las habilidades instrumentales o técnicas, el aspirante tendrá que tener “la capacidad para construir las adecuadas situaciones de aprendizaje que promuevan la consecución de las competencias por parte de los alumnos”. Para dar más margen al tribunal con la implementación de esta novedad, la convocatoria establece que “el tiempo de que se dispone para su realización es, como máximo, de cuatro horas”, frente a las tres horas establecidas en la convocatoria de 2017.

Siguiendo estas directrices, los tribunales de Geografía e Historia de Cataluña 2018 propusieron dos prácticos, a elegir. Cada uno de ellos incluía dos ejercicios: A y B. El ejercicio A está basado fundamentalmente en la formación científica y las habilidades técnicas de la especialidad, pidiéndole al candidato que haga un comentario de un texto y de una imagen. Sin embargo, a continuación se le pide el diseño de una actividad que consista en una salida a un museo o institución cultural en donde se pueda trabajar con los alumnos sobre los materiales previamente comentados. Este último punto obliga obviamente a conocer el currículum y la normativa de la Comunidad.

El ejercicio B ahonda mucho más en la competencia pedagógica del aspirante, que tendrá que abordar el diseño de una unidad didáctica o de un proyecto transversal teniendo en cuenta el contexto educativo propuesto en el ejercicio. Este contexto especifica la asignatura que se va a enseñar, el número de alumnos del grupo y sus características principales, el tipo de centro educativo, los objetivos del proyecto de dirección y de la programación general anual, etc. Además, se pide que el aspirante haga mención de la bibliografía, webgrafía y recursos utilizados para el desarrollo de la actividad.

Este formato de práctico que hemos ejemplificado a partir de la prueba de Geografía e Historia sigue las mismas pautas en las demás especialidades, y ya no es novedad en otras Comunidades Autónomas. Las Islas Baleares, el País Vasco y Aragón están desarrollando también formatos similares, que conceden un peso importante a la competencia pedagógica. En cualquier caso, el resto de CCAA han planteado prácticos para 2018 siguiendo los formatos habituales. Seguiremos pendientes de este asunto porque parece que ya se ha convertido en una tendencia.