Si te estás preparando las oposiciones educativas de Maestros o de Secundaria y todavía no has empezado a hacer tu programación anual didáctica, podrías animarte con la introducción. Es quizás la parte más amable y creativa porque en ella sientas las bases de lo que será tu propuesta educativa, pero precisamente por eso es también muy importante y debes pensarla bien.
Ten en cuenta que la flexibilidad que permite la redaccción de este apartado te ayudará a defender la originalidad de tu programación. Y ten presente también que todo el documento debe ser coherente con lo que redactes en la introducción. Todas tus propuestas tienen que realizarse pensando en el contexto educativo que hayas creado y en coherencia absoluta con él.
Una manera interesante de comenzar tu introducción es haciendo una pequeña reflexión sobre la naturaleza y la importancia de una programación anual didáctica. Puedes contextualizarla si lo deseas en el marco de los distintos niveles de concreción curricular; será una estupenda ocasión de demostrar que dominas este concepto. A veces también puede estar muy bien que hagas una pequeña reflexión sobre la importancia que tiene en el currículo la materia para la que vas a programar. Por ejemplo, si eres de Lengua castellana y literatura, puedes comentar brevemente la importancia que el dominio de la lengua tiene para expresarse correctamente en otras asignaturas, como Matemáticas o Geografía e Historia.
Por supuesto, también es importante que en algún momento hagas referencia a la legislación por la que se rige la programación. En cualquier caso, la parte central de tu introducción será la descripción del contexto educativo en el que vas a trabajar. Al igual que el resto de apartados de la introducción, esta es una sección muy creativa y flexible en la que puedes poner casi cualquier cosa con tal de que cumpla dos condiciones fundamentales: que sea realista (y por tanto, defendible ante un tribunal de oposiciones de enseñanza que conoce a la perfección el mundo en el que trabaja) y que toda la programación esté diseñada, como hemos dicho, en coherencia con ella.
Es aconsejable que su desarrollo incluya más o menos las informaciones siguientes:
1) Contexto geográfico.
Es importante que establezcas el lugar en el que se encuentra el centro para el que vas a programar. No es preciso que sea un centro real ni que des su nombre (aunque puedes hacerlo si lo deseas). Lo que sí es interesante es que especifiques si es un centro rural o urbano, de costa o interior (de ser el caso), del centro o de la periferia, así como cualquier otro dato que consideres relevante.
Ten en cuenta las implicaciones que esa situación puede tener para tu intervención educativa: no es lo mismo enseñar en el barrio periférico de una ciudad industrial en plena reconversión, con una tasa elevada de paro y de conflictividad social, que enseñar en una tranquila localidad rural de 20.000 habitantes dedicada a la agricultura y la ganadería, o enseñar en el centro de una gran capital bien comunicada y con una rica vida cultural.
2) Contexto socioeconómico.
Describe sucintamente qué nivel socioeconómico tienen tus alumnos y sobre todo, piensa en las implicaciones del mismo. Por ejemplo, si eres profesor de Lengua extranjera (inglés) en un centro de clase media-alta, es probable que muchos de tus alumnos hayan ido a hacer cursos a Inglaterra, Irlanda o EEUU en alguna ocasión. Pero si estás en un barrio marginal, esto no será así. La forma que tengas de abordar la asignatura no será, obviamente, la misma, dado que el nivel de competencia de los alumnos, probablemente, tampoco será el mismo.
3) El centro educativo.
Puedes describirlo brevemente explicando de qué instalaciones dispone (pabellón polideportivo, sala de profesores, salón de actos, salas de informática, biblioteca, etc.) Procura describir un centro de forma realista. Si todavía no has trabajado nunca en uno, pídele a tu preparador o a un docente que conozcas que revise tu descripción para asegurarte de que esta es creíble. Puedes explicar también qué enseñanzas se imparten, cuántos docentes hay en el claustro, número de alumnos, etc.
4) Grupo de alumnos para el que vas a programar.
Puedes describirlo explicando cuántos alumnos son, proporción de chicos y chicas, si se trata de un grupo problemático o no, cuál es el rendimiento académico que han tenido en cursos anteriores, si hay algún alumno con necesidades educativas especificas, etc. Ten en cuenta, una vez más, que todo lo que pongas aquí condicionará el resto de la programación, porque obviamente tendrás que programar para estos alumnos y para las circunstancias que estás describiendo. Si quieres, incluso puedes describir el aula en la que vas a trabajar, explicando qué tipo de recursos tiene disponibles.
La forma de organizar toda esta información depende de ti. Hay quien apuesta por hacer una gran sección de introducción que comprenda toda la información en subapartados: legislación, contexto educativo, naturaleza de la programación, etc. También hay quien prefiere prescindir del apartado “introducción” y dedicar una sección completa a cada cosa. En cualquier caso, ten en cuenta que esta estructura está siempre condicionada por los requisitos formales de la convocatoria, en donde se suele especificar qué apartados tiene que tener, como mínimo, tu programación. Y también, por el número máximo de páginas que puedes escribir. Ten en cuenta que la introducción no es más que un apartado entre otros y que el espacio que tienes es muy limitado. De donde la importancia de saber condensar todo lo que quieres decir y de no dispersarte dando más información de la necesaria.
Lo más difícil de hacer una programación es siempre arrancar. Y una estrategia estupenda para ponerte en marcha es, precisamente, empezar a redactar la introducción. Así que no te lo pienses y ponte con ello si no lo has hecho ya, porque no merece la pena dejar la programación para el último momento. ¡Mucho ánimo!
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