La inclusión de las TIC en las programaciones y, en general, su introducción en los procesos de aprendizaje-enseñanza, marcaron toda una época. Su sola mención en los procesos selectivos era sinónimo de modernidad y de innovación educativa y nadie podía concebir una PAD en la que no se explicara cómo se iban a integrar las nuevas tecnologías en su propuesta educativa.
Paralelamente, las Administraciones educativas redoblaban esfuerzos para formar a su personal docente en este terreno, organizando cursos de formación sobre los temas más variados. Al principio, sobre el uso de la Internet 1.0: correo electrónico, navegadores y buscadores web… ofimática, Windows, etc. Estos cursos pronto dieron lugar a otros más sofisticados relacionados con el desembarco de las Internet 2.0: blogging, aulas virtuales, escritura colaborativa, edición de vídeo, redes sociales, etc.
El gran problema que tenían muchos de estos cursos es que, desgraciadamente, se enfocaban sobre todo al dominio de las herramientas, dejando de lado muchas veces las técnicas de explotación pedagógia de las mismas. Esta es la misma desorientación que inquietaba a parte del profesorado: la herramienta es estupenda. Pero ahora, ¿qué diablos hago yo con ella? ¿Cómo la llevo a clase y la pongo en práctica de forma productiva?
De esta inquietud nació hace unos años el concepto de TAC “Tecnologías del Aprendizaje y del Conocimiento”. Si las “Tecnologías de la Información y la Comunicación” ponían el énfasis en el dominio de las herramientas, las TAC ponen el énfasis en la puesta en práctica de esas herramientas de forma que su uso en el aula tenga un impacto positivo en el proceso de aprendizaje-enseñanza, haciendo de ellas herramientas educacionalmente significativas.
A duras penas hemos descubierto e intentado digerir el concepto de TAC y sus implicaciones pedagógicas y ya se ha puesto en circulación un nuevo término acuñado por la conferenciante y psicóloga catalana Dolors Reig: las TEPs o “Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación”.
Al igual que las TAC, las TEP pretenden completar el concepto de TIC contextualizándolo en el marco de la educación, en este caso concebida como un proceso de desarrollo personal del individuo dentro de su comunidad en el sentido más amplio del término (no sólo la comunidad educativa, sino la sociedad en su conjunto). El concepto de TEP pone el énfasis en el uso educativo de las TIC para fomentar la integración del alumno en la sociedad y el desarrollo de su capacidad para influir en ella por medio de la participación, de la creación de tendencias y de la consiguiente transformación del entorno, más allá de las paredes del centro educativo. Las TEP suponen la transformación del aula en un espacio de colaboración y de aprendizaje en equipo con la búsqueda sistemática y planificada de un impacto social para la mejora de la comunidad.
Hace un par de años el Ministerio de TIC de Colombia colgó en su canal de Youtube un vídeo explicando la diferencia entre TIC, TAC y TEP que nos parece muy interesante. Te sugerimos que le eches un vistazo si quieres tener una visión más gráfica del asunto:
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