La especialidad de Geografía e Historia es una de las grandes, tanto por su peso en el curriculum como por el número de plazas que se convocan históricamente. El perfil típico de opositor de Geografía e Historia es el de Graduado en Arte, en Geografía o en Historia, pero tampoco es raro encontrar Graduados en Humanidades o incluso en otras disciplinas en principio menos relacionadas.

Aquí subyace, precisamente, uno de los grandes retos del opositor de esta especialidad: que por sus estudios sólo suele tener formación en una pequeña parte de la materia de la que se va a examinar. Si es de Arte, generalmente suele tener que ponerse al día en Historia y Geografí; si es de Geografía tiene que estudiar Arte e Historia y así sucesivamente. Los preparadores y especialistas coinciden en que esta formación supone en cierto modo hacer varias carreras en un único curso. De ahí la dificultad.

Geografía e Historia no es la única especialidad con esta peculiaridad: Ocurre lo mismo con Física y Química (en la que los físicos suelen tener lagunas serias en Química y viceversa), Inglés (en la que los de Traducción e Interpretación dominan muy bien la lengua de Shakespeare pero no suelen estar muy puestos en Fonética, Morfología o Literatura), o Matemáticas (a la que se presentan muchos ingenieros que no suelen dominar bien las herramientas matemáticas exigidas en estos procesos selectivos, por paradójico que esto pueda parecer).

Existen distintas estrategias con las que se puede abordar la preparación de Geografía e Historia. Un opositor que se enfrente por primera vez a las oposiciones y que se sienta retratado en este artículo tiene como primera opción la de buscarse un preparador o una academia que le ayude a adquirir los conocimientos y las herramientas necesarias para cubrir sus lagunas, aunque no sea más que durante los primeros meses. Una vez dominadas, es más fácil seguir solo el camino, si esto es lo que se quiere.

A falta de un buen preparador o academia, unos buenos materiales pueden ser también de gran ayuda para solventar este problema. Un opositor motivado y dispuesto a invertir tiempo y trabajo puede hacer maravillas sin necesidad de ninguna ayuda externa con la condición de que sepa buscar la información adecuada de las fuentes correctas. Bien elaborando él mismo un temario de Geografía e Historia, bien consiguiendo uno elaborado por un tercero que sea completo y con el que se sienta cómodo trabajando. Sin olvidar que, por muy bueno que sea el temario de Geografía e Historia, siempre será conveniente dedicar horas a personalizar los temas para que no sean igual que los de los demás competidores.

Hay quien se decanta por prepararse sólo los temas de su especialidad exclusivamente (o Arte, o Geografía o Historia), y se dedica a jugar a la lotería. Esto no es una buena idea porque los prácticos suelen requerir el dominio de los tres campos. Por ejemplo, contextualizando históricamente un movimiento artístico determinado o explicando cómo la geografía de un territorio influye en su devenir histórico en un momento dado.

Pero además hay una razón ética que debería hacernos reflexionar si nos estamos planteando seguir esta estrategia: y es que, una vez aprobadas las oposiciones, seremos profesores funcionarios y tendremos en nuestras manos la responsabilidad de formar a nuestros alumnos de la manera más completa posible. ¿Os imagináis a un profesor que aprobó las oposiciones de Geografía e Historia sin ser Graduado en Arte y sin haber estudiado un solo tema de esta disciplina y que ahora tiene que enseñarle arte a los alumnos? No es fácil que ocurra, pero tampoco es imposible.

Sin embargo, lo que inicialmente puede parecer una dificultad se puede convertir, con la actitud adecuada, en un aliciente para preparar unas oposiciones tan bonitas y tan apasionantes como las de Geografía e Historia. ¡Merece la pena intentarlo!