Háblame despacio, que tengo prisa

por | Nov 26, 2018 | 0 Comentarios

La mala costumbre de defender la programación a toda velocidad nunca suele dejar muy buen sabor de boca en el tribunal. Y es un problema muy extendido. Por eso, si pretendes hacer una buena encerrona y tener opciones reales de conseguir tu plaza, deberías tomarte este asunto muy en serio.

La defensa de la programación y de las unidades didácticas no es una carrera y no te van a poner mejor nota porque la hagas más rápido o porque acabes antes. Al contrario, una dicción lenta, una buena vocalización y una exposición pausada y bien medida son la garantía del éxito ante el tribunal.

Por eso, te recomendamos que hables con todo el cuidado y la calma del mundo. Tómate tu tiempo para empezar a hablar, si es preciso, y respira profundamente. Luego, vocaliza bien y desarrolla con calma los puntos que hayas puesto en el guion. Ten muy presente que la encerrona no es un simple trámite o un mal trago que tienes que pasar porque así lo establece la convocatoria. Más bien, es un proceso de comunicación en el que tú vas a explicarle al tribunal en qué consiste tu propuesta didáctica y por qué es mejor que la de los demás.

Además, deberías tener muy en cuenta tu entonación. Si los miembros del tribunal están hartos de oír presentación tras presentación, no recibirán muy bien que te dirijas a ellos con una entonación plana, como si estuvieras rezando o recitando un texto aprendido de memoria. Varía tu entonación y juega con la potencia de la voz, aumentándola para recalcar aquellas partes sobre las que quieres atraer su atención y disminuyéndola para hacer transiciones o para comentar alguna idea secundaria. En definitiva, úsalas para mantenerlos atentos a tu discurso.

No veas al tribunal como una pared ante la que hablar monótonamente como si se tratara de un ritual. Tu objetivo es que entiendan lo que quieres transmitirles (esté bien, mal o regular: despójate de miedos y vergüenzas). Se trata de comunicar tu mensaje. Además, ten en cuenta que probablemente estarán cansados; házselo lo más ameno que puedas, dentro de lo posible.

A veces hablamos muy rápido en la encerrona porque tenemos miedo de quedarnos cortos. Tanto es así que en ocasiones podemos llegar a adolecer del problema contrario: que acabemos mucho antes de tiempo. También puede ocurrir que hayamos previsto decir más cosas de las que humanamente se pueden comunicar en los contados minutos de que disponemos. Tanto en un caso como en el otro, corremos el riesgo de hacer una mala presentación.

Por eso es tan importante practicar la defensa de la programación con antelación suficiente, si es posible, incluso grabándose en vídeo. Si durante los ensayos te descubres a ti mismo hablando demasiado rápido, te recomendamos que reduzcas el número de ideas que quieres transmitir: la síntesis es una habilidad docente tan importante como la competencia técnica o el dominio de la materia.

Y si es simplemente un problema de nervios, trata de relajarte y de contar hasta tres antes de entrar en acción: una buena planificación y autocontrol son la mejor estrategia para hacer una encerrona que deje boquiabierto al tribunal. Así que ya sabes: activa el regulador de velocidad y aumentarás exponencialmente tus posibilidades de éxito.

Publicado por Kiwaku

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